Nombre científico: Mentha x piperita L.
Acción farmacológica
La hoja de menta posee una acción espasmolítica directa sobre la musculatura lisa del tracto digestivo, colerética y carminativa. Estas acciones se deben principalmente al aceite esencia, el cual también ejerce un efecto descongestionante nasal y expectorante, antipruriginoso, antirreumático y antibacteriano. La esencia, aplicada por vía tópica, produce una ligera analgesia.
Los flavonoides y los ácidos fenoles participan también de las acciones espasmolíticas, colerética y carminativa de la droga, y le confieren su actividad antioxidante.
El extracto acuoso de hoja de menta ha mostrado una actividad significativa frente a diversos virus, entre los virus de la gripe A y herpes simple.
La hoja y el aceite esencial se utilizan como aromatizantes.
Indicaciones
La ESCOP aprueba las siguientes indicaciones terapéuticas:
Hoja: Tratamiento sintomático de desórdenes digestivos, como la dispepsia, la flatulencia y la gastritis.
Aceite esencial: Alivio de la tos y los resfriados, alivio sintomático de afecciones reumáticas, cefalea tensional, prurito, urticaria, afecciones dermatológicas que cursen con dolor e inflamación.
La EMA aprueba las siguientes indicaciones terapéuticas:
Hoja: Uso tradicional (basado en su utilización prolongada) tratamiento de los trastornos digestivos, como dispepsia y flatulencia.
Aceite esencial: Uso bien establecido: por vía oral, para el tratamiento sintomático de trastornos digestivos, tales como espasmos leves, dispepsia, flatulencia y dolor abdominal, especialmente en pacientes con síndrome del intestino irritable, y por vía externa para el alivio sintomático de la cefalea tensional leve.
Uso tradicional: alivio de la tos y del resfriado, dolor reumático y muscular, prurito, en aplicación tópica.
Contraindicaciones
El aceite esencial no debe aplicarse sobre heridas ni piel irritada.
No administrar ni aplicar tópicamente la esencia de menta a niños menores de 4 años, a niños con historia de convulsiones (febriles o no) ni a personas con alergias respiratorias o con hipersensibilidad conocida al aceite esencial de menta o al mentol. Especialmente, debe evitarse la aplicación de preparados que contienen esencia de menta en la cara, en particular en la nariz, y en el pecho de niños y lactantes, debido al riesgo de laringoespasmos y broncoespasmos, algo que también puede suceder en adultos susceptibles. El mentol puede ocasionar ictericia en recién nacidos.
Fuente de información: Fitoterapia Vademécum de prescripción por Bernat Vanaclocha y Salvador Cañigueral 5a edición.